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Compañeros gestionando el agua en Cabo Verde

La Isla de Sal como su nombre indica, es un enclave de belleza árida, con el agua de mar como único recurso hídrico. En este contexto, la implantación de un proyecto de ciclo integral del agua fue para Damià Pujol un reto y una oportunidad su destino allí con 30 años. Actualmente se desaliniza el agua de mar y se abastece de agua potable a una población de 10.000 habitantes y a varios hoteles y resorts de la isla -la zona gestionada por APP abarca aproximadamente el 25% del turismo del país-, simultáneamente también realizan el tratamiento y gestión de las aguas residuales y su posterior reutilización para riego de zonas verdes y pequeña agricultura.

Pero para acceder al agua en un lugar como Cabo Verde, donde el agua que existe es únicamente la del mar implica un coste energético mayor que el de otros lugares por la necesidad de su desalinización con tecnologías que requieren un gran consumo de energía. Después de la captación de agua de mar mediante pozos costeros, el proceso de desalinización se realiza mediante osmosis inversa y previamente a su distribución, se remineraliza con lechos de calcita y cloración.

El ciclo integral se completa con el servicio de alcantarillado, depuración de las aguas residuales mediante un sistema biológico, regeneración mediante un tratamiento terciario y reutilización para usos agrícolas y construcción.

Las necesidades energéticas son abastecidas por centrales eléctricas técnicas, a las que paulatinamente se integran instalaciones fotovoltaicas para aprovechar el potencial solar del archipiélago.

En 2017, la sociedad de capital catalan Sociedad de impulso de agua y generación de energia  (Impulso), especializada en la inversión en sectores de agua y energía, con presencia además de en Cabo Verde y España, en Chile y Argentina, se puso al frente de la operación de la compañía y junto a Cabocan y con Damià al frente aumentó la inversión en el campo de la energía renovable, con el proyecto de una nueva planta solar fotovoltaica de 1,32 MW de 2.000.000.-€ de inversión, no sólo para reducir los costes de producción de agua, sino también para mejorar la sostenibilidad del mix energético de la energía distribuida por la sociedad a los usuarios.

APP ha invertido desde su fundación más de 22 millones de euros en varios proyectos y en el ejercicio 2017 facturó más de 10 millones de euros. Actualmente además de las actividades de agua y energía en la Isla de Sal, APP también gestiona la principal lavandería industrial del país (NETSAL) y desde hace 10 años participa en la primera compañía constituida en el país como Asociación Público-Privada, Aguas de Porto Novo (APN) junto con el Estado de Cabo Verde y la Cámara Municipal de Porto Novo, para subministrar agua a esta población de la isla de Santo Antâo.

Con un centenar de empleados, de los cuales sólo tres son expatriados, la responsabilidad social es uno de los pilares de APP. Para Pujol, no se trata únicamente de negocios, ya que la actividad se realiza en un país en desarrollo y hay que implicarse para mejorar esta situación, por tanto además de ofrecer formación continua a los trabajadores y una política de salarios atractiva en el contexto del país, APP se implica en proyectos de aire formativo, social y colaborativos. Por ejemplo suministra agua gratuitamente a algunas entidades sociales y sin ánimo de lucro, hospitales y escuelas y ha llevado energía a aldeas aisladas del país con la implantación de un programa de la UE, mediante tecnología solar fotovoltaica con almacenamiento en las islas de Santo Antâo y Sâo Nicolau, conocido como SESAM-ER del acrónimo en portugués de Servicio Energético Sustentable para Poblaciones Rurales Aisladas mediante Micro-Redes con Energías Renovables.

Las energías renovables están en el centro de la evolución de la compañía y de la transición energética del país. Y APP apuesta por una mayor implantación e inversión en estel campo, tanto solar como eólica, como estrategia de futuro inmediato de la compañía.

Norberto Larriba Blay, vicepresidente ejecutivo de APP y consejero delegado de Impulso, también compañero nuestro, no descarta en un futuro invertir en otros países africanos, pero su objetivo por ahora es crecer en Cabo Verde de forma sostenida y controlada en el sector de los servicios básicos de agua y energía ya que según las expectativas gubernamentales se prevé duplicar hasta el millón de turistas en el año 2021.

Enlace al artículo de Xavier Aldekoa en La Vanguardia 18/08/2018

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